Traductor: Valentín Alpuche; Revisión: Manuel Bento, Francisco Campos

¿No han notado que en los últimos tiempos ciertos científicos como el Dr. James Jeans y Sir Arthur Eddington, así como algunos filósofos destacados como el Dr. C.E.M. Joad, han tenido mucho que decir sobre la religión y Dios? Los científicos Jeans y Eddington están dispuestos a admitir que puede haber algo en las afirmaciones de aquellos que dicen haber tenido una experiencia de Dios, mientras que el filósofo Joad dice que la «prominencia del mal» prácticamente lo ha obligado a investigar de nuevo el argumento de la existencia de Dios. Al igual que el Dr. Reinhold Niebuhr, el teólogo modernista, que habla sobre el pecado original, el filósofo Joad habla del mal como algo que no se puede eliminar de la mente humana.

También tú te has preguntado en ocasiones si la muerte es el fin de todo. Tal vez has recordado cómo Sócrates, el gran filósofo griego, luchó con ese problema el día antes de beber la copa de cicuta. ¿Realmente tiene sentido, te preguntas, la idea de un juicio después de la muerte? ¿De verdad puedo afirmar que no hay un juicio? ¿Cómo sé que no hay Dios?

En resumen, como persona inteligente que tiene un sentido de responsabilidad, de vez en cuando te has hecho algunas preguntas sobre el fundamento de tus pensamientos y actos. Has investigado, o al menos te ha preocupado, por lo que los filósofos llaman tu «teoría de la realidad».  Así que cuando te sugiero que pases conmigo la tarde de un domingo discutiendo mis razones para creer en Dios, siento que básicamente estás interesado en lo que voy a proponer para la discusión.

 

 

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