Parte I

Autor: Dr. N. H. Gootjes

Traductor: Valentín Alpuche

La predicación del catecismo no es una práctica general dentro de las iglesias que conforman la Conferencia Internacional de Iglesias Reformadas (CIIR). En general, se puede decir que el catecismo se predica en iglesias con antecedentes reformados y holandeses, y que las iglesias con antecedentes presbiterianos, ingleses/escoceses no tienen esta costumbre. Cuando las iglesias que tienen predicación del catecismo y las iglesias que no la tienen se reúnen en una organización como la CIIR, resulta útil discutir tal diferencia. Sin embargo, para una buena discusión, en primer lugar, todas las iglesias necesitan una comprensión común de la misma.

¿Qué es la predicación del catecismo y por qué surgió? Tomemos nuestro punto de partida en lo que Ph. Schaff escribió al respecto en sus Credos de la Cristiandad (en inglés solamente: Creeds of Christendom). Lo que dijo puede expresar incluso para hoy la comprensión general de la predicación del catecismo. Schaff era un admirador del Catecismo de Heidelberg. En su libro sobre la historia de los credos dedicó uno de los párrafos más grandes a este catecismo. Sobre la predicación del catecismo dijo lo siguiente:

Bibliotecas enteras de paráfrasis, comentarios, sermones, ataques y defensas fueron escritas al respecto. En muchas iglesias reformadas, especialmente en Holanda (y también en los Estados Unidos), era y es hasta cierto punto incluso ahora obligatorio o acostumbrado explicar el catecismo desde el púlpito todos los domingos por la tarde. De ahí la división de las preguntas en cincuenta y dos domingos, a imitación del ejemplo establecido por el catecismo de Calvino. [1]

En una nota a pie de página agregó lo siguiente sobre la división en cincuenta y dos domingos:

Esta división se introdujo por primera vez en la edición latina de 1566, tal vez antes. [2]

Lo que Schaff dijo acerca de la predicación del catecismo, se puede resumir en tres declaraciones:

1. Schaff no tiene claro si la predicación fue uno de los propósitos originales del Catecismo de Heidelberg. Si no era original, al menos empezó muy temprano.

Este catecismo se publicó por primera vez en 1563; la división en 52 domingos en la edición de 1566 muestra que a partir de ese momento el catecismo tuvo que ser predicado.

2. La división en 52 domingos se remonta a Calvino. De esto se puede concluir que la costumbre de predicar el catecismo se remonta a Calvino.

3. La predicación del Catecismo era y es especialmente una costumbre en las iglesias holandesas y las iglesias de ascendencia holandesa.

En opinión de Schaff, y probablemente también en la opinión de la mayoría de las personas reformadas en el mundo, la predicación del catecismo tiene una doble limitación: pertenece a la tradición calvinista, y dentro de la tradición calvinista, a los Países Bajos.

A continuación, investigaremos las tres afirmaciones de Schaff. Esto nos proporcionará los antecedentes necesarios para discutir adecuadamente el valor de la predicación del catecismo.

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